Por Ramiro Miranda Morales
El 30 de abril aquí en México
celebramos el Día del Niño, pero quién se acuerda de la lucha contra los
franceses que se suscitó un 30 de abril del año 1863 en una ranchería del
Estado de Veracruz llamada Camarón. ¿Quién la recuerda?
Fue una gesta heroica en la que
Legionarios Extranjeros fueron masacrados por tropas juaristas. Esta epopeya es
la más celebrada por los invasores, pues en esa fecha los franceses conmemoran
el Día de la Legión Extranjera.
Aquí en México no se recuerda y para
muchos de nosotros es desconocida.
La Batalla de Camarón es la más
solemne de los Legionarios, ya que la celebran en su Cuartel General de Aubagne
en las cercanías de Marsella.
O en Sidi Bel Abbes en el norte de África. En la
celebración se disparan salvas en honor a los combatientes caídos en la
Hacienda de Camarón.
En el informe escrito se describe
cómo una expedición se Legionarios fue abatida por soldados mexicanos, los
Legionarios se pertrecharon en los muros de la Hacienda rechazando dos
generosas ofertas de los revolucionarios para que depusieran las armas.
Mas no lo aceptaron hasta que cayó
el último de los defensores.
Este acto de valor y los actos
vividos entre los contendientes poco ha interesado a los historiadores
mexicanos y en la actualidad casi nadie sabe qué pasó en el Camarón y
desconocen que para los franceses tiene tal importancia esta gesta que la fecha
la consagran al rendirle homenaje a sus Legionarios que prefirieron morir antes
que caer en manos de nuestros soldados.
El lugar hasta hace pocos años donde
se escenificó la batalla sobre el Camino Real, atrás del cerro del Chiquihuite,
yacía en total abandono, incomunicado y empobrecido.
Esta batalla
sirvió para crear el Día de la Legión Extranjera, pues fue la más heroica que
enfrentaron.
El Gobierno Francés, con la
Asociación Camerone solicitó un permiso para levantar un monumento que recuerda
la acción de armas y la trascendencia de las virtudes militares, pues no existe
otra que la iguale en caballerosidad, hombría, empeño y sacrificio heroico.
Éste se llevó a cabo en el primer
centenario de la Batalla, en abril de 1963, por el Mariscal Pedro Koenig, quien
fue héroe de la Segunda Guerra Mundial y vencedor del legendario Rommel en el
sitio de Bir-Hakeim en julio de 1942.
En la explanada donde están
inscritos los nombres de los caídos, donde diplomáticos franceses y autoridades
municipales y ausentes los representantes del gobierno estatal y federal, es
parte de esta realidad.
Así es como llegan a esta parte de
nuestro Estado, Legionarios venidos de Marsella y Nor-África.
En principio se le quitó el nombre
de Camarón al poblado y se le llamó Villa Adalberto Tejeda, él fue un héroe de
la entidad que no tuvo que ver en esta batalla.
Y por protestas diplomáticas los
funcionarios accedieron a llamarle “Villa Camarón de Adalberto Tejeda”.
Esto se llevó a cabo después de
veinte años para llamarle por su nombre.
Pero para los miles de Legionarios
éste seguirá llamándose Camerone.
Esto se inicia por Luis Solalinde,
soldado honorario de Primera en la Legión Extranjera, nacido en Veracruz Puerto
y de padres franceses. Combatiente en el desierto donde dice el honor no tiene
patria y los hombres con honor no tienen enemigos, sólo cumplen órdenes.
En el lugar de los hechos sólo
quedan algunas ruinas y casi nada de la Hacienda, pues por ahí se hizo pasar el
Ferrocarril México-Veracruz, y sus muros fueron destruidos.
Se le llamó el Camarón porque en sus
campos crecía de manera silvestre un árbol que daba una flor roja parecida al
camarón.
Así, en ese corral de la Hacienda la
Trinidad llamada después del Camarón, en el Camino Real donde diligencias y
jinetes descansaban en su larga trayectoria a la capital del país o al Puerto
de Veracruz, ahí se escribió la historia que ha querido ser borrada de los
libros oficiales, pero esto dio motivo a que los franceses conmemoraran el Día
de la Legión Extranjera o el Día de Camarón.
Este breve reportaje nos muestra una
de las batallas más grandes de Veracruz, la de Camarón. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario